Un viaje por la Historia; Puerto Trumao. Parque Alerce Costero y Hueicolla (Parte III)
- Felipe Ojeda A.
- 4 ago 2015
- 3 Min. de lectura
Recorrimos el parque Alerce Costero, en resumen es un muy bonito lugar, muchos Alerces, senderos bien demarcados, y con información durante el trayecto.
Finalmente decidimos continuar el mismo día el camino hacia playa Hueicolla, la idea es que si el camino y el tiempo acompaña, venir a dormir al Parque, ya que cuenta con mesas y fogones en el lugar para acampar.
El camino es bastante bueno, y en los últimos 10km mas o menos, comienza el descenso paulatino hacia Hueicolla,sin una bajada tan pronunciada la verdad, lo que sí el camino se torna bastante blando y barroso en algunas curvas que están húmedas por vertientes, lo que dificulta el paso de la camioneta (que es 4x4).

El camino tiene una quebrada pronunciada en algunos tramos, sin ser peligroso. Finalmente decidimos bajarnos y avanzar adelante a pie, como para ver si estaba muy complicado el paso o no.


Después de un par de pasos medios barrosos llegamos a la Playa, el paisaje curiosamente o no, se parece bastante a otras Bahías, como: Bahía San Pedro, Manquemapu, Pucatrihue, entre otras, siempre al lado de un río. Lo que no se parece a otras Bahías de las costas de la región de Los Lagos, es que Hueicolla sorprendentemente tiene una especie de Aeropuerto (rural, por así llamarlo), situación que contrasta con lo malo del camino. Esto da un poco para pensar con un poco de resentimiento, pero eso es tema de otro blog jajajjaj.

La playa es muy bonita, amplia, buen paisaje, algo de dunas, y viento bastante fuerte. En primera instancia pensamos acomodarnos con las carpas en la costa, sin embargo vimos que las olas eran bastante grandes, lo que no nos dió confianza, por lo que decidimos ir a instalarnos junto al río, en el cruce que lleva hacia las dunas de COLUN y posteriormente Chaiguin.

Las noches en este tipo de lugares son bastante frías, además de la humedad. Afortunadamente hay una buena fogonera en el grupo, porque lo que tuvimos fuego rapidamente, esto en compañía de un buen vino en caja, un poco de Mashmallow (no se si se llaman así), una que otra comida chatarra, choripanes y mate, la verdad, no teníamos nada mas que pedir, solo que no llueva tanto, para que la camioneta suba al día siguiente.

La luna iluminaba este lugar, nos quedamos frente a una casa abandonada, que a mas de alguno del grupo generó algo de terror.


La noche fue con bastante humedad, pero sin sufrimiento por el frío (como en salidas previas), esta vez estamos mas equipados.
En la mañana su buen mate para despertar y el pasar el frío, además la Pancha (en la fogata) cocinó las castañas que quedaron excelentes gracias a las gotas mágias de Estevia!!! (chiste interno).


En este lugar es donde se cruza para continuar la ruta costera, a través de este camino se llega a las dunas de Colun.
Decidimos desarmar las carpas y armar viaje, ya que estaba lluviendo despacio, pero el terreno es de barro muy jabonoso y se nos podía complicar la subida.
Como lo esperabamos, la subida costó bastante, la verdad es que fue una buena prueba para la camioneta de Jaime, que finalmente tras varios intentos, palas y un neumático pinchado, logramos subir.


Un poco de barro, pero con la satisfacción de que logramos subir.

Por supuesto para bajar las revoluciones del buen rato, sus choripanes con arroz, fogata y un buen mate, además nos sirvió para secar la ropa.

Después de recargar las energías, regresamos al Puerto Trumao, la idea era alcanzar a cruzar y poder dar una vuelta en Lancha con don Victor Hugo Fuentealba (empresario de Turismo Local).


Tras cruzar en la barcaza, salimos a dar una vuelta en lancha con el antes mencionado (Don Victor Hugo), quien conoce muy bien el sector, además de ver los paisajes del lugar, puedes aprender de la historia de este Puerto.


Foto final casi de noche con el perro y el gato, cansados físicamente, pero con el espiritu recargado y llenos de historias, anecdotas de tan solo un fin de semana.

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